Caramuel: el futuro de la ciberseguridad
Determinado con una computadora cuántica que pudiera decodificar el oculto hoy pondría en peligro nuestra seguridad digital. El Consorcio Caramuel de 20 instituciones públicas y privadas de España (entre las que se encuentra el Cárcel Santander) está realizando un estudio de viabilidad para la Agencia Espacial Europea sobre un tesina que podría marcar el futuro de las telecomunicaciones seguridad.
Utiliza la mecánica cuántica no solo para tramar nuevos ordenadores, sino incluso para crear nuevos sistemas criptográficos con distribución de claves cuánticas (es proponer, criptografía cuántica). ¿Recuerda cómo los dispositivos organizan e intercambian claves para sintetizar y proteger las comunicaciones? Con la criptografía cuántica, dos dispositivos intercambian claves a través de un mandado geoestacionario a 36.000 km de la Tierra. El mandado emite pares especiales de fotones a dos estaciones de telescopios que los comparten con los dos dispositivos. Solo los que intercambian las llaves sabrían lo que son; si algún más intenta interceptar los fotones, pronto se verá que la secreto no es segura.
El uso de satélites geoestacionarios por parte de Caramuel asegura el intercambio de claves entre sistemas de encriptación contra computadoras cuánticas que resuelven operaciones matemáticas. Todavía supera las limitaciones de distancia de la fibra óptica en el transporte de fotones, que se transfieren mejor en el espacio.
Bancos como Santander que están involucrados en el tesina están aportando su visión estratégica. Tienen deyección particulares de seguridad y requieren servicios de encriptación bártulos, prácticos y fáciles de usar.