Escrito por Christopher Hadnagy y la Dra. Abbie Marono
No se puede desmentir el atractivo de los blogs centrados en el estilo corporal, en particular aquellos que afirman ser capaces de interpretar la mente de las personas al observar su comportamiento. Por ejemplo, recientemente nos encontramos con una publicación que sugiere que puedes identificar si cierto te está manipulando a través de sus gestos y otra que argumenta que puedes rastrear a tu pareja que quiere divorciarse por los movimientos de sus pies. A pesar de lo hilarantemente extravagantes que son estas afirmaciones, la difusión de información errónea debe detenerse en seco.
Al hacer suposiciones basadas en el estilo corporal, es importante evitar hacer declaraciones casuales y suposiciones infundadas entre el QUÉ y el POR QUÉ.
Es fundamental para mí (Chris) como ingeniero social habituado, y para mí (Abbie) como científica del comportamiento, que ayudemos a disipar algunos de estos mitos.
EL QUÉ Y EL POR QUÉ
Yo (Chris) he tenido el maravilloso privilegio de ser asesorado por el Dr. Paul Ekman y Joe Navarro, encima de trabajar con la Dra. Abbie Marono como parte de mi equipo aquí en Social-Engineer. Estar rodeado de pesos tan pesados en el mundo no verbal sin duda me ha ayudado en este ámbito. Adicionalmente, he pasado los últimos 15 abriles como practicante de ingeniería social utilizando comunicaciones no verbales para rastrear los estados emocionales y las intenciones de los demás durante los compromisos de ingeniería social.
Ser capaz de interpretar el estilo corporal de guisa efectiva es sin duda una astucia poderosa, pero tiene sus límites: se le puede enseñar a interpretar el QUÉ, pero no puede memorizar el POR QUÉ sin una veterano investigación.
Por ejemplo, imagina que observas a una persona que muestra indicadores conductuales de ira (mandíbula tensa, ceño fruncido, puño cerrado). La capacidad de interpretar estas señales le permite rastrear su estado emocional y contestar adecuadamente. Sin secuestro, no sabes qué causó la respuesta emocional, solo que hay una. Como dije anteriormente, sabes el QUÉ no el POR QUÉ.
Hay muchos mitos y malentendidos en torno al campo que amenazan su integridad percibida, así que analicemos algunas de las afirmaciones que hemos conocido.
MITO #1: Golpeteo con el pie
Como señalamos al eclosión de esta publicación, nos encontramos con una publicación que asociaba el golpeteo con el pie con un individuo que es un manipulador, encima de querer romper con su pareja. No existe evidencia empírica que respalde estas afirmaciones, ninguna. Yo (Abbie) personalmente he pasado abriles investigando en profundidad los comportamientos de la parte inferior del cuerpo, y puedo decirles con confianza que los pies pueden ser una fuente importante de información sobre el serio estado emocional de cierto, pero eso es todo. ¿Puedes identificar la intención maliciosa o el deseo de divorcio en saco a los movimientos de los pies? Absolutamente no.
MITO #2: Frotar la mano o el cuello
¿Alguna vez has conocido una película de Disney y el canalla se frota sospechosamente las manos mientras trama un plan deliciosamente malvado para manipular al héroe? Bueno, otra publicación sugirió que si vemos a un individuo frotándose las manos, como un canalla de Disney, indica que está tramando manipular a cierto. La ciencia detrás de esto es más que cuestionable, de hecho, es inexistente. Los gestos con las manos son un poderoso medio de comunicación, desde muestras de saludo hasta indicadores de angustia, incomodidad y confianza. Los gestos con las manos pueden proveer absolutamente la cognición y los estados cognitivos, pero sugerir que pueden vincularse inequívocamente con intenciones maliciosas es aparente.
MITO #3: Tocarse o rascarse la barba
La gran cantidad de publicaciones que hemos contrario que sugieren que tocarse o rascarse la barba indica una intención engañosa es impactante. Los comportamientos de tocarse uno mismo, incluido tocarse la cara, son respuestas programadas a los factores estresantes porque ayudan a calmar la respuesta del sistema nervioso al estrés. La intensidad emocional además es evidente en la intensidad de la fruncimiento muscular o la presión aplicada, lo que significa que, a menudo, rascarse indica un impacto más pesimista que tocar. Aunque a veces solo nos pica. Sin secuestro, proponer que tocarse la barba o rascarse indica patraña es un gran brinco de la ciencia a la pseudociencia.
Estos son solo tres de los muchos mitos que hemos conocido. Por lo tanto, evitemos hacer afirmaciones causales donde no estén justificadas. Si lo hace, es un camino peligroso y que puede dar ocupación a muchos malentendidos.
¿Por qué tan peligroso?
Permítame (Chris) darle un ejemplo personal para ayudarlo a mostrar por qué podría ser tan peligroso enseñar e imprimir públicamente tales narrativas falsas. Cuando mi hijo era más pequeño, tenía un pie que no dejaba de temblar, constantemente se tocaba la cara, se frotaba la barba y las manos. Según esos dos artículos, mi hijo era el peor de todos los manipuladores y quería divorciarse de la tribu. ¿Es eso positivamente cierto?
No, mi hijo era un adolescente frecuente, inquieto, que además tenía asma y alergias. Es dinámico que nos tomemos el tiempo para demostrar los hechos, encima de tener cuidado de no expresar autoridad sobre temas que están fuera de nuestra experiencia.
¿Cómo haces eso?
Sería una correr increíble interpretar todos los artículos científicos revisados por pares escritos y determinar cuáles creer. Repasar blogs y artículos suele ser una forma más realista de entrar a este conocimiento, pero es importante identificar si lo que estás leyendo es exacto o no.
Aquí hay algunos consejos que pueden hacer que sea más tratable:
- Utilice fuentes confiables. Si el artículo no está escrito por cierto que realiza la investigación positivo, ¿hace relato a una investigación sólida o simplemente a otros blogs?
- Verifique las referencias. ¿La ciencia es presente, está respaldada, la respaldan otros científicos?
- Usa el pensamiento crítico. Trate de pensar en los consejos que está leyendo, si las afirmaciones están justificadas o si proporcionan una comprensión superficial del tema. Recuerde que “afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria”. Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.
Hagas lo que hagas, mantén viva esa curiosidad. Pero no permita que la pseudociencia degeneración los descubrimientos extraordinarios que realizan cada día científicos dedicados. Finalmente, memorizar sobre comunicación no verbal te hará un mejor comunicador.
La Dra. Abbie Maroño es científica del comportamiento y directora de educación en Social-Engineer, LLC. Abbie se especializa en la papeleo de la percepción, el liderazgo y los mecanismos psicológicos que sustentan la toma de decisiones humanas.